Construyendo una nueva historia
Por: Pastor Danny Serrano
13/09/2020

Mateo 7:24-27. Estamos viviendo tiempos que han sacudido nuestros cimientos, por eso es importante que sepamos cómo construir lo que Dios quiere en nuestras vidas. A través de estos versículos, podemos darnos cuenta de tres cosas que nos ayudarán a ello:

1. Los vientos y las tormentas vienen sin previo aviso. Nadie se imaginó que este año sería como ha sido hasta ahora; tal vez pensamos que sería un año ideal, de la visión perfecta, de promesas cumplidas, etc. Pero recordemos que Dios nos prometió que este es el año de la victoria y debemos estar convencidos de eso, porque no hay victorias sin batallas, y estamos en plena batalla. Esta tormenta llegó sin aviso, pero la estamos batallando con todo, sabiendo que entramos a pelear desde la victoria que Cristo ya nos entregó para este año.

Romanos 8:28. Podemos quejarnos porque la pandemia nos cogió desprevenidos, sin embargo, la Biblia nos dice que todo nos ayuda para bien. La situación está cada vez más dura, pero nuestro corazón está cada vez más suave. Parece que estamos pasando la peor temporada de nuestra vida, pero espiritualmente, ha sido la mejor. Hemos experimentado tanto dolor, pero Dios ha experimentado tanto amor hacia nosotros. Dios quiere construir una nueva historia con nosotros.

2. Las tormentas van a probar nuestro fundamento. Tal vez eres, en este tiempo, muchos vieron derrumbarse su trabajo, ahorros, salud, familia, porque el fundamento no era el correcto, era débil. Pero, a pesar de esa caída y todo lo que se derrumbó, Dios está en el plan de levantarnos y construir una nueva historia con nosotros.

Isaías 43:19. Salmos 34:19. Entendamos que esta estación está por cambiar. Tiene fecha de vencimiento. Dios no dejará caídos a sus hijos, aunque el fundamento no haya sido el correcto.

3. Lo más importante son los cimientos. Proverbios 10:25. Los cimientos son el fundamento que no se ve, pero que sostiene lo que sí se ve. El material que usemos para construir nuestra casa hoy, determinará si sigue en pie mañana. Las decisiones que tomemos en este tiempo de desierto, traerán fruto en la temporada de la tierra prometida. De nada sirve una casa grande y hermosa, una vida ostentosa y de lujos, si no tiene los fundamentos para sostenerla. Por eso debemos escoger bien el material que usaremos para nuestros cimientos.

La roca, es decir la Palabra de Dios, es un fundamento firme porque la practicamos y la obedecemos. En cambio, la arena es débil, frágil; es cuando no tomamos la Palabra en serio. La arena es creer en Jesús, pero no estar dispuestos a obedecerle, es escoger la comodidad sobre el compromiso, es tener una religión y no una relación con Dios.

Un buen fundamento son esas oraciones que levantamos cada día y que nadie ve, pero
que en los tiempos de tormenta van a sostener nuestra vida. Son esas semillas que plantamos con generosidad, que nadie conoce, pero que, en tiempos de sequía, nos sostiene.

Salmos 127:1 (NTV). Si hemos visto que nuestro fundamento era la arena, sepamos que Dios quiere construir una nueva historia con nosotros. A partir de hoy, vamos a construir sobre la roca nuestra vida, matrimonio, empresa, nuestro futuro; pero no lo hagamos solos, construyamos con Dios, dejemos que Él nos guíe y que sea Él nuestro arquitecto.

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