La vida en medio de la guerra

Por: Pastor David Ingman

Todos, como cristianos, estamos en la “zona de combate”. Por eso, para mantenernos firmes y luchar como creyentes y líderes debemos llevar vidas que no dejen puertas abiertas al enemigo, el cual, si puede entrar, tomará nuestras vidas por asalto. Efesios 4:26 (NTV).

Ahora, hay una verdad que, tal vez, a algunos no les guste e incomode, pero es necesario conocerla: si no sentimos el fuego del ataque enemigo y la vida parece muy fácil, quiere decir que no somos una amenaza para este y no estamos haciendo nada para promover a Dios y su Reino en esta tierra.

1 Timoteo 6:11-12 (NTV). La “zona de combate” es un lugar donde luchamos la gran batalla de la fe, es decir que no es lugar de constante descanso ni de la felicidad perpetua. La Palabra nos anima a dar batalla, no a sentarnos y relajarnos en esta vida, sino a luchar. Pablo le dijo a Timoteo que abrazara la vida eterna, no la temporal. Al convertirnos a Cristo, entramos en medio de la guerra.

2 Timoteo 1:7. El apóstol Timoteo se encontró justo en medio de la guerra y se quejó con Pablo, contándole todos sus temores por trabajar en el ministerio de Cristo. Timoteo estaba asustado por todas las pruebas que estaba experimentando en la iglesia del Éfeso, entonces Pablo tuvo que recordarle, muchas veces, que no era un cobarde, sino un soldado del Reino de Dios.

En gran medida, la Iglesia no está preparada para la guerra, a pesar de sus conocimientos y enseñanzas. Por eso Pablo hablaba de prepararse, él sabía lo que significa un ejército extremadamente organizado y reglamentado como el de los romanos. En aquella época existía un hombre llamado Vegecio, quien era un oficial en el ejército de Roma, y que escribió un manual/libro llamado “Sobre los modales militares.” En su libro, decía que los campesinos siempre eran los mejores soldados antes que los dignatarios mimados u hombres que tenían un estilo de vida lujoso. Aquí están las razones que dio para afirmar esto y nos ayudará a vivir en la zona de guerra:

Los campesinos:

1. Estaban acostumbrados al clima extremo y se adaptaban fácilmente a este.

2. Estaban acostumbrados al trabajo duro del campo.

3. Podían soportar más fácilmente las cargas emocionales.

4. Vivían vidas sencillas y sin complicaciones.

5. Se contentaban con tener pocos recursos. Filipenses 4:11-13 (NTV).

6. Eran inmunes a la fatiga.

7. Estaban acostumbrados a trabajos físicos fuertes como cavar y cargar gran peso.

2 Timoteo 2:1-7 (NTV). Necesitamos entender la importancia de lo que Pablo dice para los tiempos en que vivimos ahora.

Filipenses 3:17-21 (NTV).

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