Pequeños comienzos
Por: Pastora Chari Borja
Esta semana celebramos con mucha gratitud al Señor los 40 años de Comunidad de Fe. Es importante recordar cómo llegamos hasta aquí, sabiendo que Dios aún tiene mucho más, porque: “La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera.” (Hageo 2:9).
Zacarías 4:10 (NTV): “No menosprecien estos modestos comienzos…”
Esta iglesia es el resultado de la fe inquebrantable de nuestros pastores, de su persistencia, sus semillas, y mucha oración. Comenzamos en las salas de las casas de nuestros padres, experimentando milagros y señales poderosas. Éramos un pequeño grupo de jóvenes que fue inspirado por la pasión del corazón de la pastora Kathy Bastidas.
El Señor siguió afirmando el llamado, y así comenzamos a servir a tiempo completo, rentando un pequeño departamento donde la obra crecía. Más adelante, el Señor levantó al pastor David, quien junto a la pastora Kathy serían los fundadores de este ministerio.
Los comienzos del pastor David también fueron humildes. Lo conocimos en La Paz, Bolivia, donde estaba siendo preparado por el Señor como misionero, sirviendo con fidelidad. Nada de esto habría sucedido sin obediencia y fe, tanto en nuestros pastores como en cada iglesia de Comunidad de Fe que Dios posteriormente plantó.
Zacarías 4:6 (NTV). No es con fuerza ni poder humano. Zorobabel enfrentó grandes desafíos, una montaña de oposición, pero el Señor le prometió que esa montaña se allanaría. Así también hemos visto, durante estos 40 años, montañas moverse por el poder de Dios.
Podemos verlo también en la vida de José. Fue vendido como esclavo y llegó a la casa de Potifar, pero todo lo hacía con excelencia, porque el Señor estaba con él. Desde allí ascendió, y aunque pasó por la cárcel, Dios lo llevó al palacio de Faraón. Génesis 41:38.
En la parábola de los talentos (Mateo 25), el Señor esperaba fruto. A quienes trabajaron y multiplicaron lo que se les dio, los recompensó, pero al que no hizo nada con su talento, lo reprendió. Dios espera que produzcamos para Su Reino con todo lo que nos ha dado, por pequeño que sea. No lo menosprecies. Dios ve y está en los pequeños comienzos.
Hebreos 6:10. Dios ve cuando permanecemos fieles.
Quiero animar a las siguientes generaciones a mantener los principios que marcaron los pequeños comienzos de este ministerio:
1. Guardar la presencia del Señor. Éxodo 33:15.
2. Mantener los fundamentos. Salmos 11:3.
3. Vivir una vida de oración. Colosenses 4:2.
4. Mantener una vida de fe. 2 Corintios 4:13.
Dios se alegra cuando damos pequeños pasos de fe. Él se regocija cuando decimos “sí” al llamado, al servicio, a compartir las buenas nuevas. Nada debe hacerse con nuestras propias fuerzas, sino bajo la guía del Espíritu Santo y, de esta manera, veremos Su gloria mayor que la primera.
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