Batalla espiritual
Por: Pastor Mauricio Naranjo
21/02/2021
1 Tesalonicenses 5:1-9. Lo que el apóstol Pablo nos dice en estos versículos, es que la Iglesia debe estar ya consiente de los tiempos y de las oportunidades que Dios nos da para hacer algo específico, como orar, adorar, sembrar, congregarnos o predicar. Debemos ser sobrios con respecto a lo natural y a lo espiritual, pues el enemigo tiene un plan y una agenda para controlar este mundo.
Mateo 16:18-19. La Palabra revelada de Dios, se convierte en una roca dentro de nosotros que nos hace caminar con seguridad. Entonces nos serán dadas las llaves, que significan autoridad, acceso y gobierno. Estas llaves nos permiten abrir y cerrar muchas cosas en lo espiritual.
Cuando tenemos la revelación de lo que Cristo hizo y de quiénes somos en Él, vamos a entender que no luchamos para conquistar algo, sino que luchamos para defender lo que Cristo ya nos dio. El enemigo ya está derrotado.
Efesios 6:10. La palabra “fortalecerse” significa llenarse o recibir fortaleza sobrenatural; es el poder del Espíritu Santo para hacer milagros, y este poder está dentro de cada hijo de Dios. Y tenemos que abrazar continuamente ese poder, estando en la presencia de Dios.
La palabra “poder” es la manifestación de Dios. El poder opera en nosotros gracias a su fuerza.
Efesios 6:11. En este versículo, “vestirse” habla de sumergirse, entonces más que colocarnos algo, significa que, al sumergirnos en la presencia de Dios y caminemos en su poder y su fuerza, vamos a vestirnos de su armadura.
Santiago 4:6-7. No podemos pelear esta batalla en nuestras propias fuerzas, sino con Dios. Los orgullosos resisten a Dios y sus planes, pero si somos humildes, nos rendiremos a su gracia, a sus maneras, a su Palabra.
Efesios 6:12. Esta batalla no es contra personas sino espiritual. Esta batalla se libra en nuestra mente y debemos cuidarla, porque el enemigo quiere contaminarnos, él viene a robar, matar y destruir. Si no cuidamos lo que entra a nuestra mente, los pensamientos negativos comenzarán a carcomer nuestra fe.
Para esta batalla tenemos que llenarnos de la Palabra de Dios y caminar bajo su gracia.
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