Cómo lidiar con la rebeldía
Por: Pastor David Ingman
Algo que todo creyente tendrá que enfrentar en su vida es la rebeldía y su raíz.
Dentro de las señales que veremos antes del regreso de Jesús es una enorme ola de rebeldía sobre la tierra. La Biblia nos advierte que en los últimos tiempos habrá una gran apostasía de la fe y un colapso moral. Habrá un rechazo global de la verdad y la autoridad de Dios, lo que preparará el terreno para la manifestación del anticristo y el juicio divino.
2 Tesalonicenses 2:3 (NTV): “No se dejen engañar por lo que dicen. Pues aquel día no vendrá hasta que haya una gran rebelión contra Dios y se dé a conocer el hombre de anarquía, aquel que trae destrucción.”
Esto es exactamente lo que está sucediendo ahora mismo: el mundo se está rebelando contra Dios y contra Sus verdades, y lamentablemente, también está ocurriendo dentro de la Iglesia.
1 Samuel 15:23 (NTV). La rebeldía es un desafío deliberado y una negativa obstinada a obedecer la autoridad de Dios, Su Palabra, y las autoridades establecidas por Él. Esta oposición a Dios se considera un pecado grave, comparable a la brujería y la idolatría, pues implica el rechazo de la voluntad y del orden divino para la vida humana.
La rebeldía está en su punto más alto en el mundo en que vivimos. Pero debemos recordar que también es algo que puede descalificarnos del cielo. Un verdadero cristiano no desea la rebeldía en su vida, por eso es importante identificar algunos de sus síntomas.
1. No sabe someterse a la autoridad. No obedece, se aleja de las autoridades, es impaciente y solo está de acuerdo con su propia voluntad. Romanos 13:1 (NTV).
2. No sabe escuchar consejo. Hace lo que quiere, cuando quiere, y no admite que otros sepan más que él.
3. No acepta sus errores. Siempre se justifica. Culpa a otros por sus fallas, guarda silencio, cambia de tema o evade la responsabilidad.
4. No sabe pedir perdón. Se justifica, no es sincero y le cuesta admitir sus fallos. Va de la mano con el orgullo.
5. Cree que siempre tiene la razón. Piensa: “yo soy el único que está en lo correcto”. No acepta corrección y se cree superior a los demás.
6. No se somete ni sigue a sus autoridades. Critica, juzga, hace lo que quiere y se resiste al cambio.
7. Rechaza a Dios, Su Palabra y Sus autoridades. Vive bajo sus propios principios y evita tener una relación cercana con el Señor.
Las consecuencias de vivir en rebeldía son muchas: separación de Dios, juicio y disciplina divina, pérdida de bendiciones, desintegración social y en última instancia, muerte espiritual.
Por el contrario, una vida de sumisión y obediencia a Dios trae: bendiciones, larga vida, paz, prosperidad, protección, éxito y una relación cercana con Dios. Génesis 22:18 (NTV).
Tú eliges: ¿Vivir una vida de rebeldía que te aleja de Dios, o una vida de obediencia que atrae Su favor y bendición?
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