Ríos de agua viva
Por: Pastor Santiago Lalama
Son innumerables las veces que la Palabra de Dios hace referencia a las aguas. Cada vez que se hablaba de ellas, algo sobrenatural sucedía en la vida de muchas personas.
Juan 4:13-14. Solamente el Señor Jesús puede saciar nuestra sed interior. ¡Jesús es la fuente inagotable de agua viva!
Isaías 44:3. Las aguas representan la presencia de Dios, que obra milagros, prodigios y señales increíbles a favor de nuestras vidas. Todos necesitamos las aguas de Su presencia en nuestras vidas. Sin embargo, muchos nos hemos sentido secos y desolados, como con un desierto en el corazón.
Pero, para ser llenos del agua viva, es necesario vaciarnos de las aguas turbias que muchos tienen en el corazón: el rencor, el odio, la tristeza, la soledad, la ira y toda agua amarga que haya en nosotros.
Ezequiel 36:25. Ser limpiados por sus aguas es el primer paso hacia la restauración y renovación de nuestras vidas. Dios quiere que brote de nosotros una corriente de agua viva. Cuando somos bautizados en agua, sumergidos en Su presencia, todo lo viejo queda atrás y salimos renovados.
Hay cinco tipos de aguas espirituales:
Aguas de perdón. Hechos 2:38.
Aguas de reposo. Salmos 23:1-2.
Aguas de provisión. Isaías 43:20.
Aguas de sanidad. 2 Reyes 5:9-10, 14 (NTV).
Aguas de restauración. Juan 5:3-4.
Dios quiere que anhelemos Sus aguas cada día. Pero también nos advierte en Jeremías 2:13 (NTV): “Pues mi pueblo ha cometido dos maldades: me ha abandonado a mí, la fuente de agua viva, y ha cavado para sí cisternas rotas ¡que jamás pueden retener el agua!”
Apocalipsis 22:1. Juan 7:38 (NTV).
Los ríos de agua viva no son solo para este tiempo, sino que fluirán en nosotros por la eternidad. Ellos alcanzan cada área de nuestra vida: matrimonio, familia, las finanzas, nuestra comunión con Dios y proyectos personales. Todo es regado y bendecido por los ríos de vida de Dios.
Hoy, Dios quiere inundarte con Su vida, con esas corrientes de agua viva, nuevas y frescas cada mañana.
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