Tu historia no ha terminado – Ps. Rolando Rodríguez

Tu historia no ha terminado
Por: Pastor Rolando Rodríguez
21/07/2019

1 Reyes 17:8-16. Esta historia sucedió durante un período de sequía y escasez en aquella tierra. La viuda, de la que se habla, estaba muy necesitada, a solo un día de terminar lo que le quedaba de provisión y dejarse morir ella y su hijo; su futuro estaba por cerrarse.

A veces podemos estar en situaciones muy difíciles y pensar que nadie sabe o le interesa por lo que pasamos; pero, al igual que con esta viuda, Dios sabe dónde estamos y qué está sucediendo en nuestra vida. Lo más importante es que Él sepa, pues es el único que, en verdad, nos puede ayudar.

Esta historia es trascendente porque nos enseña que, a pesar que en los momentos de dificultad parecería que nuestro futuro acabó, Dios no ha terminado con nosotros. Él todavía tiene un propósito, todavía quiere hacer cosas grandes en nuestra vida. No importa que las circunstancias nos digan lo contrario.

Algo que también podemos aprender es que Dios quiere usar nuestras vidas para influenciar a otros; no importa cuán imperfectos seamos o que nuestra vida esté en problemas, Él quiere usarnos. La viuda de esta historia, en medio de su necesidad, no dejó de servir; a diferencia de muchos que, al sentirse en dificultades dejan de orar, de ir a la iglesia y de servir a otros.

Lucas 4:25-26. ¿Por qué envió Dios a Elías donde esta viuda y no donde otras personas? Porque tal vez fue la única que regresó a ver a Dios, antes que ver sus circunstancias. Ella decidió creer en el Dios de Israel. Más importante que lo que tengo hoy es quién me tiene a mí.

Elías le dijo a la viuda que hiciera tres cosas:

– “No tengas temor”. Confiemos en Dios y en los milagros que hará en nuestra vida.
– “Ve, haz…”. Decidamos obedecer la Palabra de Dios, aunque no veamos, no sintamos o las cosas al inicio parezcan no cambiar.
– “Hazme a mí primero”. Demos. No podemos menospreciar el poder de una ofrenda. Tal vez una semilla puede salvar nuestra vida, solo debemos dar el paso de fe.

Al igual que la viuda de Sarepta, decidamos creer y confiar en Dios, en medio de nuestras circunstancias. Dios nos ha escogido a nosotros para cambiar la historia. Nuestra historia no ha terminado.