Un corazón agradecido
Por: Pastor David Ingman.
Estamos experimentando un tiempo de confusión, caos, división e ingratitud, como nunca antes en la historia. Y no solo el mundo está siendo afectado, sino que esta actitud también se ha infiltrado en la Iglesia. ¡Hay una plaga de ingratitud y un sentimiento de “derecho” que ha envuelto este mundo!
Pero la Buena Noticia es que sabemos que Dios está en Su trono y que, en Su soberanía, Él tiene un plan mucho más grande que cualquier plan que el hombre pueda imaginar. (Romanos 8:28). ¡Así que todos podemos esperar que algo bueno suceda!
En los Estados Unidos, se celebra cada noviembre “Thanksgiving” (El Día de Acción de Gracias). En la primera celebración, oraciones y agradecimientos fueron ofrecidos al Dios Todopoderoso del cielo y de la tierra, por Su bondad hacia los peregrinos ingleses y hacia los pueblos indígenas de Norteamérica. Hasta el día de hoy, 404 años después, el pueblo de los Estados Unidos continúa celebrando este solemne feriado. (Salmos 136:1, NTV).
¡La actitud de acción de gracias es eterna! Es un mandamiento bíblico dado por Dios al hombre. La palabra agradecimiento significa “el sentimiento de estar feliz o agradecido por algo que alguien ha hecho por ti”. Veamos algunas razones bíblicas por las cuales debemos dar gracias a Dios:
1. Porque Él es fiel y Su amor no falla. Salmos 92:1-2 (NTV). Cuando recordamos la fidelidad y el amor de Dios hacia nosotros, nuestro conocimiento y amor por Él crece cada día más.
2. Porque Él es nuestra fuerza y nuestro escudo. Salmos 28:7 (NVI).
3. Porque Él ha hecho maravillas en nuestra vida. Salmos 9:1-2 (NVI). El agradecimiento a Dios debe ser siempre intencional.
4. Porque Su amor y Su fidelidad permanecen para siempre. Salmos 100:4-5 (NVI).
Nuestra vida diaria debe desbordarse de agradecimiento: día y noche, en nuestra vida personal, en nuestro matrimonio, en nuestros hijos, en nuestro trabajo o carrera. ¡Nuestros días deberían comenzar y terminar con agradecimiento! Y, por supuesto, lo más importante es que nos conectamos con Dios en alabanza y adoración a través de un corazón agradecido.
Salmos 139:14 (NVI). “Gracias por hacerme tan maravillosamente complejo. ¡Tu fino trabajo es maravilloso, lo sé muy bien!”
Este último versículo es especialmente significativo. Muchos de nosotros no nos agradábamos a nosotros mismos antes de conocer a Jesús. y quizá incluso ahora seguimos luchando con ello. A veces luchamos para valorar la forma única y maravillosa en que Dios nos hizo. Pero cuando damos gracias a Aquel que nos creó, nuestra perspectiva cambia y podemos recordar la poderosa verdad de que fuimos hechos a imagen de Dios.
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar