Enfocado en las buenas nuevas
Por: Pastor David Ingman
El Evangelio son las “Buenas Nuevas” acerca del Reino de Dios. Los libros de Mateo, Marcos, Lucas y Juan se llaman evangelios porque se enfocan en las buenas noticias del Reino.
¿Qué quiso decir Jesús con las Buenas Nuevas?
Cuando vamos al Nuevo Testamento, un hombre llamado Jesús entra en escena. Él estaba anunciando que el Reino de Dios estaba aquí y que el reinado de Dios sobre Israel estaba siendo restaurado. Y esta restauración iba a venir a través de Él, el Señor Jesucristo. Esto fue y continúa siendo las buenas nuevas.
Hay un antiguo dicho que, probablemente, todos hemos escuchado: “¿Qué noticias quieres escuchar primero?, ¿Las buenas o las malas? Hay muchos que quieren oír primero las malas noticias, pero, si recibimos primero las buenas noticias, entonces podremos soportar las malas. ¡Entonces, decidamos escuchar las buenas nuevas primero!
Marcos 1:14-15.
La palabra evangelio, en griego, significa: “Las nuevas de salvación. Liberación del pecado, del quebrantamiento y del alejamiento y separación de Dios”. Estas no son solo buenas noticias, sino excelentes noticias. Los hijos de Dios esperaron un largo tiempo para que las nuevas de salvación vengan a este mundo.
Ahora, ¿Cuántos estamos cansados de escuchar malas noticias? Entonces, es tiempo de comenzar a llenar nuestros corazones y mentes con las buenas nuevas del evangelio.
Lucas 8:1.
Mateo 24:14. Estamos muy cerca de llegar al fin de esta era, porque sabemos que muchos ya han escuchado el evangelio alrededor del mundo, además de las muchas señales del fin de los tiempos que han llegado a darse. Y aunque muchos han oído el mensaje, no significa que todos lo hayan aceptado.
Lucas 2:10. Hechos 13:32.
Romanos 1:16. Ahora, debemos entender un principio bien importante sobre el cual Pablo está hablando aquí: el Evangelio de Jesús, conlleva un “gran poder”, que es el poder del Espíritu Santo.
Marcos 16:14-19.
Si estamos enfocados en las buenas nuevas de Dios, entonces seremos victoriosos en esta vida y haremos grandes cosas para el Señor. Pero, si estamos enfocados en las malas noticias y reportes de este mundo, entonces fracasaremos y, probablemente, no lograremos esas grandes victorias para el Reino de Dios. ¡La decisión es nuestra!
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