Estad firmes
Por: Pastor David Ingman
01/12/2019

Hebreos 6:11-12. Muchos cristianos dicen que lo único que necesitamos para obtener las promesas de Dios en nuestras vidas, es tener fe, pero de acuerdo al libro de Hebreos, eso no es verdad. Por supuesto que necesitamos fe; y la fe viene y crece en nosotros mientras leemos y meditamos en la Palabra de Dios; sin embargo, la Biblia también nos dice que necesitamos paciencia. La palabra paciencia en este versículo significa: resistencia, firmeza y perseverancia, es decir, acciones.

1 Pedro 5:8-9 (NTV). Como creyentes, debemos pararnos firmes y permanecer en contra de nuestro enemigo y sus acechanzas. Debemos meditar y confesar la Palabra, necesitamos orar sin cesar, debemos creer en lo que confesamos y entonces debemos permanecer firmes en ello.

Tal vez podemos pensar que permanecer firmes es una de las cosas más difíciles por hacer. ¿Por qué? Porque estamos acostumbrados a encontrar respuestas propias para nuestros propios problemas; y el momento en que debemos confiar en Dios y Sus soluciones, nos ponemos impacientes y el temor nos lleva a pensar que el Señor no va a responder nuestras peticiones.

Efesios 6:13-18. Permanecer firmes quiere decir ser inamovibles y pelear hasta el final. Quiere decir que no permitiremos que el enemigo nos empuje hacia atrás. Pero, a pesar de lo que nos dice la Palabra, muchos cristianos no quieren y no les gusta pelear, sino que quieren que Dios lo haga todo.

1. Tenemos un enemigo que es real. El diablo va a pelear contra nosotros y los propósitos de Dios en nuestras vidas.
2. Nuestro enemigo no es uno físico, sino espiritual. Debemos luchar y atacarlo espiritualmente, vestidos de la armadura de Dios.
3. Tenemos que permanecer firmes luego de hacer todo lo que nos corresponde hacer.

Repasemos la armadura que Dios nos ha provisto:
– El cinturón de la verdad. Vamos a enfrentar la verdad de las escrituras contra las mentiras del enemigo

– La coraza de justicia. La justicia de Dios protege nuestro corazón.

– El calzado de la paz. Este viene con las buenas noticias del evangelio. Nuestros pies deben estar firmes y en paz.

– El escudo de la Fe. Cuando Satanás nos ataca con dudas, el escudo de la fe lo detiene.

– El yelmo o casco de la salvación. Este protege nuestra mente de pensamientos incorrectos y de mentiras de condenación.

– La espada del espíritu, que es la Palabra de Dios. Esta es la única parte de la armadura que es ofensiva.

– La lanceta de la oración. Esta última arma es como un extra, pero igual de poderosa. Todos los cristianos debemos ser personas de oración, con objetivos claros.

Santiago 4:7. Debemos someternos y obedecer al Señor y Su Palabra, mientras resistimos al enemigo. Al final este terminará huyendo de nosotros.

 

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