Estar en la misma página en la que Dios está
Por: Pastor David Ingman
25/08/2019

Es tiempo de que nosotros como cristianos, seamos reales con Dios y con nosotros mismos. ¿Estamos en la misma página en la que Dios está? Es decir, en el mismo lugar, en el mismo camino que Él. Hay mucha gente que comenzó fuerte, pero después salió del camino, ya sea por dificultades o por tiempos duros en sus vidas.

Mateo 13:19-22 (NTV). Cuando la semilla de la Palabra cae en medio de personas que no se quieren sacrificar o hacer un compromiso a largo plazo con el Señor, pueden recibirla bien al inicio, pero eventualmente abandonarán la carrera a causa de las preocupaciones de esta vida, de persecuciones y de la atracción por las riquezas; por lo tanto, ningún fruto es producido en sus vidas.

La Palabra nos dice que los mayores mandamientos son amar primero a Dios y amar a la gente. Si podemos cumplir estos dos mandamientos, estamos en la misma página que Dios. Él sí quiere darnos los deseos de nuestro corazón, pero siempre y cuando esos deseos estén alineados con Su Palabra.

Es increíble ver cómo muchos “creyentes” piensan que su meta más grande en esta vida, es alcanzar su felicidad personal; por eso muchos han sido engañados, creyendo que también esa es la meta más grande de Dios para ellos. Pero necesitamos entender que, aunque la felicidad y una larga vida están en medio de las promesas de Dios, no son Su mayor objetivo para nosotros. Lo que Él quiere es que compartamos el evangelio con otros.

Ahora veamos esto, hay “versículos” o dichos que muchos han pensado que están en la Biblia, pero no es así:

– “Sí, yo les digo, Dios quiere que sean felices”. Lo dijo Oprah Winfrey.
– “Esto también pasará”.
– “Dios ayuda a los que se ayudan a sí mismos.
– “Si trabajas duro, tendrás éxito”.
– “Solo sigue tu corazón y puedes hacer cualquier cosa”.

Por cada una de estas falacias, podemos ver lo que realmente dice la Biblia:

Efesios 2:6-7. Somos salvos para que Dios pueda señalarnos como evidencia de Su amor y Su Gloria. A pesar de que esta verdad debería hacernos eternamente felices, nuestra felicidad personal no es la meta principal.
2 Corintios 12:9. Romanos 8:28. No toda prueba o adversidad en nuestra vida pasará, porque el Señor puede usar cualquier circunstancia que estemos experimentando para pulir nuestras vidas y edificar nuestra fe.
Salmos 121:2. Podemos ver claramente que no se trata solo de ayudarnos a nosotros mismos, sino de depender en la fuerza del Señor para salir adelante en esta vida.
Deuteronomio 8:18. El poder para prosperar y hacer riqueza viene de Dios. Aunque la Biblia nos anima al trabajo duro, nuestro trabajo no debe ser idolatrado. La bendición más grande es saber que Dios está agradado con nosotros y que fue Él quien nos dio la capacidad para hacer lo que hacemos y producir lo que producimos.
Salmos 119:35 (NTV). La Palabra de Dios nos enseña que nuestro corazón puede ser engañoso, por eso necesitamos seguir a Dios, Su Palabra y el camino que Él ha preparado para nosotros.

Juan 17:3. En esta vida, podemos experimentar vislumbres o breves flashes de felicidad, pero la verdadera y completa felicidad nunca la encontraremos en esta vida, sino solo en la eternidad.

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