Jesús, el ganador de almas
Por: Pastor Esteban Chaves
23/04/2023
Nos hemos preguntado, ¿a qué vino Jesús a la tierra? Hay varias respuestas: Él vino a salvarnos de nuestros pecados, a mostrarnos cómo es el Padre, a enseñarnos un modelo de vida y vino a impartir el Espíritu Santo. Hoy vamos a centrarnos en que vino a salvar a los pecadores, es decir lo que se había perdido.
Hay dos condiciones de un ser humano, o es salvo por Cristo, o está perdido. Se puede reconocer a alguien salvo porque ha tenido un cambio de vida, porque ya no es indiferente al dolor de los demás y porque tiene una pasión por hablar a otros de Jesús, es decir, predicar el evangelio.
Teniendo como nuestro ejemplo a Jesús en el pasaje de Juan, podemos aprender varias claves que nos ayudarán a ganar a los perdidos:
1. Jesús le habló a una sola persona. En este pasaje, Él no predicó a miles, o a sus doce, sino a aquella mujer. Hay muchos que se les hace difícil hablar en público o a multitudes, entonces pueden empezar hablando a una sola persona. Además, tomemos en cuenta que muchas cosas grandes comenzaron con una sola persona.
2. Jesús aprovechó las circunstancias para hablar a la mujer. Él estaba cansado y sediento, por eso se sentó junto al pozo, además, pasó por Samaria para acortar camino, cuando los judíos, generalmente, evitaban hacerlo. Dios va a usar las circunstancias difíciles para que nos relacionemos con las personas.
3. Jesús ofreció algo mejor. Así como esta mujer, que vivía una vida desordenada, buscando llenarla con lo que el mundo ofrece, mucha gente no se siente satisfecha. Pero sabemos que solo Jesús puede llenar el vació en los corazones. Jesús invita a vivir una mejor vida de la que se está viviendo.
4. Jesús habló del verdadero Dios y no de una religión. No hay esperanza si no hablamos de Jesucristo.
Concluyendo este mensaje, podemos resumirlo en esto: muchos llegarán al Señor por el testimonio de una sola persona; nosotros le ofrecemos al mundo lo mejor, al predicar a Jesucristo; nuestra responsabilidad es invitar a la gente a conocer a Jesús, el mundo está lleno de información sobre Él, pero no lo conoce.
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