La gran necesidad
Por: Pastor Luis Navarrete
Fuimos creados para tener una relación con Dios a través de Jesucristo. Sin esa relación, en nuestro interior, siempre nos sentiremos vacíos. Como escribió san Agustín: “Dios nos has hecho para sí, y nuestros corazones estarán intranquilos hasta que descansen en El”.
Cuando aceptamos a Jesús, ese vacío es llenado y empezamos a vivir una nueva vida, pero, muchas veces lejana al tipo de vida que Él planeo: vida en abundancia. Con el pasar del tiempo, en todo creyente se va generando una gran necesidad de más presencia de Dios en su vida, y la única forma de tenerla es por medio de una intimidad con Él.
El término intimidad proviene de la palabra latina «intimus» que significa lo más profundo. De modo que intimidad puede interpretarse como un proceso de compartir entre dos personas que se entienden con libertad en pensamientos, sentimientos y acciones.
Hebreos 10:19-22. Intimidad es lo que la Biblia quiere decir al describir nuestra relación con Dios. Somos creados para tener relaciones de intimidad. Hay un hambre en lo profundo de nuestra alma que ansía una intimidad con Dios y con los demás seres humanos. Esto lo podemos ver en todas las relaciones de nuestras vidas.
Salmos 25:1-5. El Rey David alcanzó en su vida una relación personal con Dios, y a través de estos versículos podemos aprender de él:
– Era una relación profunda.
– Tenía libertad para abrir su corazón y manifestar su confianza en el Señor.
– Tenía deseo de conocer los propósitos de Dios y caminar en ellos.
– Quería que en su corazón no hubiera nada que no agradade al Señor.
Salmos 25:11-13.
– La presencia de Dios en nuestra vida hace evidente el pecado.
– Nos redarguye y nos lleva al arrepentimiento.
– Entonces nos da la guía y la dirección que necesitamos.
Salmos 25:14. Hemos sido creados para tener una relación íntima con Dios. En esa relación está nuestra plenitud; en ese tipo de relación, El Señor nos revelara su pacto, planes y propósitos.
Es sorprendente que, siendo todopoderoso, santo y justo, Dios nos llame a una relación íntima y personal con Él.
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