La obediencia trae bendición
Por: Pastora Chari Borja
22/08/2021

Santiago 1:22-25.

La bendición de parte del Señor puede ser definida de varias maneras: es el pacto de Dios que invalida la maldición; es la unción de Dios a través de la cual fluye Su favor; es el poder de Dios para producir; es el empoderamiento de Dios para prosperar en cada área sin importar las circunstancias. Bendición, en la Biblia, viene de la raíz hebrea “barak”, que significa: clamar por el favor divino.

Santiago 1:25 (NTV). Aquí está la clave para ser bendecidos (que es mucho más profundo que solo recibir cosas): poner en práctica la Palabra de Dios; hacer, no solo escuchar, lo que ahí se nos dice. Dios bendecirá nuestra obediencia.

3 Juan 2. Sabemos que prosperarnos es la voluntad de Dios. Esta prosperidad empieza desde nuestro interior y se va a extender al resto de áreas. Un alma próspera, es un alma sana, una mente renovada, una voluntad determinada y rendida a obedecer a Dios.

La palabra prosperar, en este versículo, significa: conceder un viaje próspero y eficiente, tener éxito. Pero debemos asegurarnos que ese éxito sea conforme al propósito del Señor, para edificar el Reino y con resultados para la eternidad.

Mateo 7:24-25. De esta manera edificamos. Es el oír y hacer la Palabra de Dios, lo que mantendrá firme, fuerte, estable la casa (nuestra vida) y evitará que caiga.

Mateo 7:26-27. Caer significa descender de una posición erguida a una de postración; perder autoridad; no tener fuerza alguna. Caer también significa ser vencido por el temor, el espanto y el dolor. Esto sucede cuando solamente oímos y no hacemos.

Isaías 1:19. Debemos ver si hay áreas en nuestra vida en las cuales no hemos estado haciendo la Palabra. Si tal vez, por las circunstancias, nuestra casa (salud, familia, finanzas, etc.) ha caído, Dios nos está dando otra oportunidad para obedecer, con la actitud correcta, lo que Él nos manda y recibir Su bendición.

 

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