La pregunta
Por: Pastor Rolando Rodríguez
En la Palabra, encontramos a un hombre conocido por lo que hizo para Dios: Nehemías. Es importante recordar que, a veces, más relevante que quién me conoce en este mundo, es que Dios me conozca. ¿Por qué fue conocido Nehemías?
Nehemías fue conocido por reconstruir la muralla de Jerusalén que había sido destruida. ¿Cómo estaban las murallas de Jerusalén en esos tiempos? Tenían 4 km de longitud alrededor de la ciudad, 3 a 4 metros de altura, 2 a 3 metros de ancho, 10 puertas de acceso y torres de vigilancia, construidas sobre terrenos inclinados, y llevaban 70 años derribadas. ¿Cómo llegó Nehemías a involucrarse en esta reconstrucción?
Nehemías 1:1-4 (NTV): “Estas son las memorias de Nehemías, hijo de Hacalías. A fines del otoño, en el mes de quisleu, del año veinte del reinado del rey Artajerjes, me encontraba en la fortaleza de Susa. Hananí, uno de mis hermanos, vino a visitarme con algunos hombres que acababan de llegar de Judá. Les pregunté por los judíos que habían regresado del cautiverio y sobre la situación en Jerusalén. Me dijeron: ‘Las cosas no andan bien. Los que regresaron a la provincia de Judá tienen grandes dificultades y viven en desgracia. La muralla de Jerusalén fue derribada, y las puertas fueron consumidas por el fuego’. Cuando oí esto, me senté a llorar. De hecho, durante varios días estuve de duelo, ayuné y oré al Dios del cielo.”
En otras palabras, la situación de Jerusalén y su gente era un desastre. Esto fue lo que llevó a Nehemías a hablar con el rey, pedir permiso y ayuda para ir a reconstruir las murallas (Nehemías 2). Él se involucró porque hizo una pregunta y fue sensible a la voz de Dios.
¿Quién era Nehemías? Era judío; de profesión: copero del rey, o, en otras palabras, un mesero de alta posición. No era rey, ni gobernador, ni alcalde, ni candidato político, ni ingeniero. Era alguien común y corriente, pero con una visión. Ser de visión hace que Dios nos vea; nos pone en su mapa.
¿Cuál fue la visión de Nehemías? Reconstruir las murallas de Jerusalén, movido por amor, fe y obediencia al llamado de Dios. Lo hizo sin ingenieros, ni maquinaria, ni planos o presupuesto. Solo utilizó lo que tenía: la gente de Jerusalén, quienes trabajaron en unidad y por familias.
Hoy tenemos una visión en Comunidad de fe: terminar nuestra casa. Con butacas en el graderío, un nuevo piso y cortinas en el auditorio. Esta es nuestra oportunidad de construir para Dios, como lo hizo Nehemías.
¿Quiénes fueron los beneficiados de esa reconstrucción? El pueblo de Jerusalén, alrededor de 25,000 personas en ese tiempo.
Hoy la pregunta es: ¿Seré parte de esta visión? ¿Soy parte de Comunidad de Fe? Dios va a proveer, y la bendición será primero para nosotros, y luego para los que vendrán. ¿Quién dice “Aquí estoy”?
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