¿Quién eres tú, gran montaña?
Por: Pastor David Ingman
Zacarías 4:7 (NTV). Se cree que Zorobabel fue un judío babilónico y gobernador, representante de la realeza de Dios. Los historiadores y los eruditos de la Biblia dicen que este hombre fue fuertemente influenciado por los profetas Hageo y Zacarías para reconstruir el templo. Bajo la influencia del Espíritu de Dios, este hombre habló a todas sus montañas de oposición y les ordenó que se nivelaran. Igualmente, todos los creyentes hemos sido llamados a hablarles a nuestras “montañas” de oposición y nivelarlas.
Al leer la Biblia, sabemos que la “piedra angular” representa a Cristo, la piedra que dio comienzo a la edificación de la Iglesia. Y, como leíamos en el libro de Zacarías, se nos habla de la “última piedra”. Esta es la piedra con que se termina una edificación, entonces podemos ver que, así como Jesús, es la piedra angular, con quien inició la construcción de la iglesia, nosotros, los creyentes, somos la última piedra, con quienes terminará la construcción antes de la venida de Cristo.
Marcos 11:22-23 (NTV). Todos nosotros podríamos dar testimonio de los grandes desafíos, o “grandes montañas”, que enfrentamos en nuestras vidas ahora mismo. Y lo que debemos saber es que esas montañas deben ser enfrentadas y no evitadas; porque hay demasiados cristianos que intentan evitarlas.
Entonces ¿Qué es lo que debemos hacer cuando nos enfrentamos a una gran montaña en nuestras vidas?
1. Tener fe en Dios.
2. Hablar a la montaña u obstáculo que se encuentra en nuestro camino.
3. Ordenar que se vaya esa montaña de oposición, pues es la autoridad del creyente.
4. Guardar el corazón y no dudar. El espíritu de duda es un veneno que trata de matar nuestra fe, pero no le dejaremos hacerlo.
5. Creer las palabras que estamos hablando al terminar de esas palabras.
6. Conocer que recibiremos lo que hemos pedido.
7. Descansar en la promesa que viene en Marcos 11:24.
El mensaje es que no debemos someternos a las montañas de obstáculos que el enemigo nos arroja, sino que debemos desafiar a cada una y derrotarlas. Realmente no importa qué tipo de Montaña es, pueden ser problemas de salud, pueden ser problemas financieros, pueden ser situaciones mentales o problemas emocionales, pueden ser montañas de temor o problemas familiares, pueden ser problemas de opresión demoniaca; porque podemos derrotarlas y deshacernos de ellas. No corramos de las montañas, no les demos la espalda, más bien, enfrentémoslas.
El profeta Zacarías no solo estaba diciendo: “¿Quién eres, gran montaña?”, sino ¿Quién te crees que eres, gran montaña? Mi Dios es mucho más grande que tú. Nosotros, como creyentes, debemos asumir una postura y una actitud más grande que nuestras montañas, asustando a nuestros enemigos y no ellos a nosotros. La Biblia nos dice que las montañas se convertirán en llanuras, en lugares planos donde no tendremos que luchar contra montañas, sino, caminar sobre ellas.
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar