¡Sigan Marchando!
Por: Pastor David Ingman

Si pudiéramos dar palabras de valor y aliento a esta generación de creyentes, que luchan en tiempos difíciles, sería estas: ¡SIGAN MARCHANDO! y no se detengan, porque en momentos desalentadores, nuestro enemigo quiere que dejemos nuestras armas y paremos de luchar.

Hebreos 10:39 (NTV). Muchas personas han interpretado mal este pasaje, pensando que, quienes se han apartado de Dios, son solo los que han regresado a una vida de pecado, sin embargo, al estudiar más a fondo este pasaje, vemos que este versículo es más inclusivo.  La palabra “nosotros” aquí es muy importante, porque denota que el autor habla a los creyentes judíos nacidos de nuevo en Cristo, no a la gente del mundo entero.

A lo largo del libro de Hebreos, la fe en la Palabra y la superioridad de Cristo han sido el punto principal del autor, junto con algunas advertencias contra la infidelidad, la inmadurez, el no cumplir con el plan perfecto de Dios o cometer los mismos errores que cometió Israel a lo largo de su vacilante historia.  Este capítulo específico les dice a los creyentes judíos (y creo que a todos los creyentes) no solo que no pequen, sino que no regresen a sus antiguas costumbres y manera de vivir. La Palabra dice claramente: “Porque no somos de los que retroceden para destrucción (legalistas y creyentes carnales), sino de los que tienen fe para la salvación del alma (creyentes espirituales)”.

Solo podemos imaginar cuántos creyentes, en todo el mundo, decidieron alejarse de Dios cuando sus caminos se volvieron demasiado difíciles y duros.

Romanos 8:35-39 (NTV). Esta es una promesa para todos nosotros; pero la promesa es válida siempre y cuando Jesús sea el Señor de nuestras vidas. Debemos aprender a leer y citar la Palabra de Dios con más profundidad y precisión.

Hebreos 11:1-13. Este capítulo es la historia de una marcha de fe hacia la victoria, no solo para los creyentes Hebreos, sino para todos los creyentes en la tierra, es la historia de una marcha de fe imparable, es la historia de cómo muchos hombres y mujeres, en la Biblia, lograron sus metas aquí en la tierra y ganaron recompensas eternas en el Cielo. Esta es nuestra historia de vida.

2 Corintios 4:7-15 (NTV). Leyendo estos pasajes de las Escrituras debemos orar que todos obtengamos la revelación de nuestro propósito en esta vida y de que no estamos en esta tierra solo para vivir, tener hijos y familias, ganar dinero y perseguir carreras prósperas, persiguiendo “sueños imposibles”. Hemos sido puestos aquí para marchar hasta el final y cumplir los propósitos de Dios.

¡Nuestro propósito cumplido va dar gloria a Dios!

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