Un corazón sano y fructífero
Por: Pastora Chari Borja
25/09/2022

Hemos hablado de la necesidad de mantener una mente sana, renovada y disciplinada. Junto a esto, también debemos tener un corazón sano, que al estarlo, será fructífero. Recordemos que el corazón es la tierra en donde se siembra la Palabra de Dios.

Lucas 8:15 (DHH). Un corazón bueno significa que es útil, de buena constitución o naturaleza, saludable y productivo, que es recto, es decir, honesto y genuino.

Proverbios 4:23. No olvidemos que guardar significa preservarlo con fidelidad, observarlo y cuidarlo del peligro. Un corazón cuidado, dará fruto; el Señor quiere que demos fruto, no sólo que seamos salvos, y la producción de fruto vendrá de nuestra unión con Él.

Juan 15:5. Si no habitamos en el Señor y su Palabra, nuestra vida será improductiva; sin la semilla de la Palabra en un corazón sano, no habrá producción del buen fruto, sino que, más bien, seguirán manifestándose las obras de la carne en nosotros. El fruto depende de la semilla que se plante, y el enemigo también puede plantar malas semillas.

Mateo 13:24-28. La cizaña representa algo que daña, que trae disensión y enemistad. Es engañosa, pues se parece mucho a la semilla del trigo. Entonces, debemos velar y cuidar lo que permitimos sembrar en el corazón y mantenerlo sano.

Oseas 10:12. ¿Qué es barbecho? Es una tierra que, en un momento fue arada, pero después no fue usada, por lo que se endureció y se volvió improductiva. En nuestro corazón, ¿qué área no ha sido sembrada y no está produciendo fruto porque se ha endurecido?

¿Cómo aramos la tierra de nuestro corazón? Humillándonos delante ante del Señor, adorándole, pues la adoración produce lluvia espiritual (su presencia y gracia), y así, se ablanda la tierra. El arar implica romper y hacer surcos, para poder sembrar; entonces la semilla podrá germinar y dar fruto.

Jeremías 4:3 (NTV). Aquí vemos el mismo contexto del campo duro, pero añade: espinos,0 que representan las preocupaciones y afanes de la vida, cosas dolorosas (amargura, temores, problemas, incredulidad, etc.). Pero, también, los espinos nos habla de una atmósfera hostil, cuando la tierra está abandonada o descuidada por largo tiempo, pues crece maleza, y espinos.

Entonces, aremos la tierra de nuestro corazón, quitemos toda dureza y los espinos; cuidemos lo que se ha descuidado y se volvió doloroso. Es tiempo de humillarnos y comenzar a adorar para que baje la lluvia y ablande la tierra.

© 2022 Comunidad de Fe by Cdfe Media

Síguenos en: