La tragedia de ser uno más entre la multitud
Por: Pastor David Ingman
13/06/2021

2 Corintios 6:17 (NTV). La iglesia de Corinto fue una iglesia en la cual se movía fuertemente el Espíritu Santo, había profecías, milagros y avivamiento, sin embargo, en algún momento se convirtió en una iglesia conformista. Por eso el apóstol Pablo les dio esta instrucción en su carta, pues la misión de ellos y, también, de nosotros ahora, es compartir la salvación al mundo; no convertirnos al mundo.

Isaías 52:11. Apocalipsis 18:4. Podemos ver, a través de estas escrituras, que el Espíritu Santo nos ordena, en el Antigua y en el Nuevo Testamento, que salgamos del mundo, es decir que salgamos de la forma de actuar y pensar de este mundo. No compartamos su “naturaleza pagana”. No hablemos como ellos, no deseemos las mismas cosas que ellos, no participemos de sus costumbres (por más atractivas o divertidas que parezcan), etc. No somos llamados a ser “uno más entre la multitud”.

Debemos entenderlo, bíblicamente, debe haber una distinción entre los creyentes y el mundo. No somos mejores que ellos, pero sí somos diferentes. Estamos aquí, como sal y luz en tierra, para ganarlos y hablarles de las buenas nuevas, pero no para actuar como ellos.

1 Juan 2:15-16. Si alguno desea, o ama, tanto ser como el mundo: su forma de hablar, de actuar y sus posesiones, entonces debería cuestionarse si realmente es salvo, si realmente ha nacido de nuevo.

Romanos 12:2. Leyendo este versículo, consideremos por un momento la historia de Lot, el sobrino de Abram, que está en el libro de Génesis. Podríamos decir que el mayor pecado de Lot fue la conformidad. Lot no solo se conformó al mundo, sino que anhelaba lo que este le ofrecía, se sentía extremadamente atraído por él.

Según muchos estudiosos, Lot estaba acostumbrado a un estilo de vida muy cómodo, pues vivía con sus tíos, Abram y Sara, que eran ricos y además no tenían hijos propios en ese momento. Probablemente tenía todo lo que quería. Sin embargo, en cierto momento, los pastores de Abram y Lot no pudieron compartir la misma tierra por disputas entre estos. Entonces Abram le dio a su sobrino la opción de elegir la tierra en la quería vivir.

Génesis 13:10-12. Lot escogió una tierra hermosa y deseable, un valle donde estaban las ciudades de Sodoma y Gomorra. Pero veamos que Lot no fue a vivir a Sodoma inmediatamente, fue algo gradual, le tomó un tiempo de transición.

2 Pedro 2:7 (NVI). La palabra abrumado significa superado, influenciado y afectado. Muchos creen que Lot finalmente cayó en algunos de los pecados de Sodoma. Él se colocó en una situación en la que nunca debió estar; esto afectó su relación con Dios y destruyó su vida: perdió a su esposa y sus hijas se pervirtieron. Todo porque deseaba llegar a ser como la gente de esa ciudad y tener lo que ahí tenían.

Lucas 17:26-30 (NTV). Como hijos de Dios, debemos saber que el día del Hijo de Hombre vendrá, y debemos estar preparados para ello. Dios tiene algo mejor para nosotros en la eternidad.

 

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