Cómo vivir en los últimos tiempos
Por: Pastor Jeffrey Huff
Estamos viviendo en tiempos difíciles y podemos ver que el mundo se ha vuelto loco, la familia y el matrimonio, tal como Dios los creó, están siendo atacados. Las enseñanzas que reciben nuestros jóvenes y niños a menudo se alejan de la Palabra de Dios, mientras que muchas empresas y medios promueven mensajes contrarios a las enseñanzas bíblicas. En medio de la inseguridad y las enfermedades que nos rodean, es evidente que los tiempos han cambiado.
La pregunta no es si estamos en los últimos tiempos, sino cómo debemos vivir en ellos. La Biblia no solo es una carta de amor, sino también un libro de advertencias que debemos tomar en serio. Así como enseñamos a nuestros hijos a cruzar la calle de manera segura, Dios nos da advertencias. Es importante entender que, aunque nos gusta escuchar palabras de aliento y éxito, también debemos aceptar las advertencias sobre los tiempos finales.
Velar, estar alerta y preparados. Mateo 25:1-13. En Mateo 24, Jesús nos habla sobre los signos del fin del mundo: guerras, terremotos y el enfriamiento del amor en las personas. Luego, en el capítulo 25, nos cuenta la parábola de las diez vírgenes, de las cuales cinco eran prudentes y estaban preparadas, mientras que las otras cinco eran insensatas y no lo estaban. Esta historia nos recuerda que debemos estar alerta y preparados, ya que no sabemos ni el día ni la hora en que el Hijo del Hombre regresará.
Debemos poner nuestras prioridades en orden. Mateo 6:33 (NTV). Para vivir en los últimos tiempos, debemos tener claras nuestras prioridades:
1. Dios primero: nuestras decisiones y acciones deben estar guiadas por nuestra relación con Dios, buscando siempre Su voluntad en nuestras vidas.
2. Segundo la familia: Es esencial enseñar a nuestros hijos sobre la eternidad y el valor de vivir una vida que honre en todo a Dios
3. Después nuestro servicio a Dios: Preguntémonos qué estamos haciendo por Dios y cómo podemos servirle mejor. Servirle es un reflejo de del amor y compromiso con Él.
4. Y luego nuestro trabajo y estudios: Aunque son importantes, no deben ocupar el primer lugar en nuestras vidas. Deben ser vistos como oportunidades para glorificar a Dios, no como fines en sí mismos.
Debemos vivir una vida de santidad. Proverbios 3:6. Efesios 5:27. La santidad nos mantiene preparados para la eternidad.
Debemos vivir libres de temor. Isaías 41:10. Romanos 8:31. El antídoto contra el temor, es saber que Dios está siempre con nosotros.
Debemos cuidar que nuestro amor no se enfríe. Mateo 24:12-13. Apocalipsis 2:4-5.
Vivimos en tiempos desafiantes, pero la Biblia nos ofrece esperanza y dirección. Jesús nos llama a estar vigilantes, preparados y a poner nuestras prioridades en orden. Si vivimos con la expectativa de Su regreso, nuestras vidas reflejarán esa esperanza en cada decisión y acción. Oremos con pasión y amor, amemos y honremos la Palabra de Dios, adoremos con todo nuestro amor y sin reservas. Como dijo Jesús en Mateo 24:44, «Por eso también vosotros estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis».
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