El milagro está en tu boca
Por: Pastor David Ingman
18/08/2019

Muchos de nosotros, cuando hablamos de milagros, tenemos la idea de que estos están flotando en la atmósfera y lo único que tenemos que hacer es tomarlos de ese lugar. Pero un predicador dijo algo muy importante: “El Milagro que necesitas está, literalmente, en tu boca”.

Marcos 11:22-24. Muchas veces, en esta iglesia, hemos hablado claramente de estos versículos: ¡lo que declaremos será hecho! Debemos saber que el poder sobrenatural de Dios está disponible para todo aquel que cree en este mensaje.

Salmos 33:6. En este versículo, la palabra en hebreo para aliento es “Ruach”, la cual significa: inspirado por el Espíritu Santo, dar vida, el poder que obra Milagros. Entonces, ¿cómo es desatado ese poder? A través de la palabra hablada, porque hay un milagro en nuestra boca.

Génesis 1:3, 6, 11, 14, 20, 24. Nada sucede en la tierra o en el cielo hasta que Dios lo dice. Si queremos que las palabras que salen de nuestra boca creen milagros, hay dos revelaciones que debemos entender:

1. Jesús es la Palabra Viva. Juan 1:1-4 (NTV). Entonces este libro al que llamamos la Biblia, no es un objeto inanimado, ¡está vivo!

2. Jesús es el Sumo Sacerdote de nuestra confesión. Hebreos 3:1 (NTV). ¿Qué significa esta Escritura? Que lo que hablamos con nuestra boca, como la Biblia dice, creyendo que tenemos a Jesús como nuestro Sumo Sacerdote en el cielo y es Él quien desata su autoridad en lo que hemos dicho, entonces la bendición viene por esa confesión.

La proclamación de nuestra boca es un arma poderosa en la batalla. No estamos aquí, en esta tierra, para practicar y ejercitarnos, sino para ganar. Necesitamos estrategias agresivas. Pablo dijo: “Pelea la buena batalla…”. ¡Soportemos, resistamos, salgamos victoriosos en el nombre de Jesús!

 

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