Vive con las maletas hechas

Por: Pastor Martín Holguín

Filipenses 3:20-21 (NTV). El regreso de Jesús es inminente, Él nos lo promete; y si estamos seguro de que resucitó, entonces debemos tener por seguro que va a regresar a establecer Su Reino.

Mateo 24:36, 42-44. Cuando los discípulos le preguntaron a Jesús cuándo sería su regreso, Él fue muy sabio en no decirlo, pues, si supiéramos el día y la hora de su regreso, seguramente nuestra naturaleza humana nos haría esperar hasta el último minuto para arrepentirnos y ponernos a cuenta con Dios. Es más, ni siquiera tenemos garantizado el día de mañana, independientemente de si Jesús regresa pronto o no.

Lucas 12:19-21 (NTV).

Eclesiastés 7:2-4. El punto aquí no es deprimirnos sabiendo que todos moriremos, sino que la sabiduría de este versículo es recordar el valor de cada día, y de usar el tiempo que Dios nos da, no de una manera egoísta, sino haciendo Su voluntad. Disfrutemos de la vida, con el temor a Dios, entendiendo que un día estaremos cara a cara frente al Creador para rendir cuentas.

Creo que la sabiduría de esto radica en mirarnos con honestidad y preguntarnos si estamos realmente viviendo la clase de vida que Dios espera de nosotros.

Muchos nos contentamos con una obediencia superficial. Oísteis que fue dicho: “no matarás”; oísteis que fue dicho: “no cometerás adulterio”. Pero ¿Vivimos en ese nivel de estar conscientes de las cosas malas que están en nuestro corazón mientras estamos tan engañados pensando que somos “buenas personas”?

Si ya no le damos importancia a la confesión, estamos viviendo bajo el engaño de que Dios perdona nuestros pecados futuros, y, aunque eso es cierto, si no tenemos un saludable hábito de confesar los pecados, corremos peligro de endurecer nuestros corazones.

Jesús siempre iba mucho más profundo a la sabiduría que estaba debajo del mandamiento. Muchos se pueden contentar con decir “Señor, nunca mate a nadie” o “Señor, nunca adulteré”; pero a Jesús le interesa el estado profundo de nuestros corazones.

Recordemos que, cuando Jesús nos enseñó a orar, parte vital de esa oración es perdonar y pedir perdón. De otra manera ¿Cómo podemos crecer? ¿Cómo podemos parecernos más a Jesús día a día?

 El arrepentimiento constante y la sensibilidad al Espíritu Santo cuando nos confronta con las actitudes de nuestros corazones, eso es estar preparados.

© 2022 Comunidad de Fe by Cdfe Media

Síguenos en: